"Sé
impecable con tus palabras".
Los 4 acuerdos "Sé impecable con tus palabras”. “Sé
impecable con tus palabras”. “No te tomes nada personalmente”. “No hagas suposiciones”.
“Haz siempre lo máximo que puedas"
1. Sé impecable con la palabra. Lo que sale de tu boca es lo que tú eres. Si honras tus palabras, te estás honrando a ti mismo; si te honras a ti mismo, te amas. Eres auténtico y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.
Sé impecable con la palabra. Tu
intención se pone de manifiesto a través de tus palabras. Lo que sueñas, lo que
sientes y lo que realmente eres, lo muestras por medio de las palabras.
Sé impecable con la palabra. Las
palabras poseen una gran fuerza creadora, crean mundos, realidades y, sobre
todo, emociones. Las palabras son mágicas: de la nada y sin materia alguna se
puede transformar lo que sea.
Sé impecable con la palabra. Con
las palabras podemos salvar a alguien, hacerle sentirse bien, transmitirle
nuestro apoyo, nuestro amor, nuestra admiración, nuestra aceptación, pero
también podemos matar su autoestima, sus esperanzas, condenarle al fracaso,
aniquilarle; incluso con nuestra propia persona.
Sé impecable con la palabra. Las
expresiones de queja nos convierten en víctimas; las críticas, en jueces
prepotentes; un lenguaje machista nos mantiene en un mundo androcéntrico, donde
el hombre es la medida y el centro de todas las cosas, y las descalificaciones
autovictimistas (pobre de mí, todo lo hago mal, qué mala suerte tengo) nos
derrotan de antemano.
2. No te tomes nada personalmente. Ni la
peor ofensa ni el peor desaire ni la más grave herida nada de los que los demás
hacen es por ti, lo hacen por ellos mismos.
No te tomes nada personalmente. Cuando
te tomas las cosas personalmente, te sientes ofendido y reaccionas defendiendo
tus creencias. Haces una montaña de un grano de arena porque sientes la
necesidad de tener la razón y de que los demás estén equivocados.
No te tomes nada personalmente. Cada
cual vive su propia película en la cual es protagonista. Cada cual afronta
su propia odisea viviendo su vida y resolviendo sus conflictos personales. Cada
cual quiere sobrevivir el sueño colectivo y ser feliz. Y cada cual hace lo
mejor que puede dentro de sus circunstancias y sus limitaciones.
No te tomes nada personalmente. Cuando
no tomarte nada personalmente se convierta en un hábito firme y sólido, te
evitará muchos disgustos en la vida. Tú rabia, tus celos, tu envidia, incluso
tu tristeza desaparecerá.
No te tomes nada personalmente. Cuando
te acostumbres a no tomarte nada personalmente, no necesitarás depositar tu
confianza en lo que hagan o digan sobre ti las demás personas. Nunca eres
responsable de los actos o palabras de las demás personas, sólo de las tuyas
propias.
3. No hagas suposiciones tendemos a hacer suposiciones, sobre todo. El
problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Hacemos
suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan, nos lo tomamos
personalmente y después, los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional
con nuestras palabras.
No hagas suposiciones todas las tristezas y los dramas que has
experimentado tienen sus raíces en las suposiciones que hiciste y en las cosas
que te tomaste personalmente.
No hagas suposiciones muchas veces suponemos que la otra persona sabe lo
que queremos. Si los demás nos dicen algo hacemos suposiciones, y si no nos
dicen nada también.
No hagas suposiciones las hacemos para satisfacer nuestra necesidad de
saber y reemplazar la necesidad de comunicarnos. Incluso si oímos algo y no lo
entendemos, hacemos suposiciones sobre lo que significa, y después, creemos en
ellas. Hacemos todo tipo de suposiciones porque no tenemos el valor de
preguntar.
No hagas suposiciones cuando creemos algo, suponemos que tenemos la
razón hasta el punto de llegar a destruir nuestras relaciones por defender
nuestra posición. Suponemos que todo el mundo ve la vida del mismo modo que
nosotros. Suponemos que los demás piensan, sienten, juzgan y maltratan como
nosotros lo hacemos.
No hagas suposiciones también hacemos suposiciones sobre nosotros mismos
y esto crea muchos conflictos internos. Té sobreestimas o te subestimas a ti
mismo porque no te has tomado el tiempo necesario para hacerte preguntas y
contestártelas a ti mismo.
No hagas suposiciones Sí no entiendes algo, en lugar de hacer
suposiciones es mejor que preguntes y que seas claro. El día que dejes de hacer
suposiciones, te comunicarás con habilidad y claridad
Esto es lo que yo quiero y esto es. No
hagas suposiciones con una comunicación clara todas tus relaciones cambiarán,
no sólo las que tienes con tu pareja, sino también con todos los demás. No será
necesario que hagas suposiciones porque todo se volverá muy claro. Esto es lo
que yo quiero y esto es lo que tú quieres.
4. Haz siempre lo máximo que puedas. Haz
siempre lo máximo y lo mejor que puedas. Siendo así, pase lo que pase
aceptaremos las consecuencias con agrado.
4. Haz siempre lo máximo que puedas. Hacerlo
lo mejor posible no significa que tú y yo tengamos que hacerlo de la misma
manera, ni siquiera que mi respuesta en estos momentos sea la misma que en otro
que me siento cansado, o no he dormido bien, o me siento lleno de amor y
confianza y tremendamente generoso.
4. Haz siempre lo máximo que puedas. Cuando
te excedes agotas tu cuerpo y vas contra ti y por consiguiente te resulta más
difícil alcanzar tus objetivos.
4. Haz siempre lo máximo que puedas. Si
haces lo máximo que puedas vivirás con gran intensidad. Serás productivo y
serás bueno contigo mismo porque te entregarás a tu familia, a tu comunidad, a
todo. Pero la acción es lo que te hará sentir inmensamente feliz. Siempre que
haces lo máximo que puedes, actúas.
4. Haz siempre lo máximo que puedas. Siempre que haces lo
máximo que puedes, actúas. Emprender la acción es estar vivo. Es arriesgarse a
salir y expresar tu sueño. Esto no significa que se lo impongas a los demás,
porque todo el mundo tiene derecho a expresar su propio sueño.
4. Haz siempre lo máximo que puedas. Si haces lo máximo que
puedas en la búsqueda de tu libertad personal y de tu autoestima, descubrirás
que encontrar lo que buscas es sólo cuestión de tiempo. No se trata de soñar
despierto. Debes ponerte en pie y actuar como un ser humano.
Autor.
Don Miguel Ruiz
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